La ejecución es el proceso dinámico de convertir en
realidad la acción que ha sido planeada, preparada y organizada. Al
respecto Ferry dice que “en la práctica, muchos gerentes creen que la
ejecución es la verdadera esencia de la administración. La ejecución
trata exclusivamente con personas.”
La motivación de la voluntad del ser humano está relacionada con sus impulsos, mediante sus aspiraciones en la vida.
A continuación se detallan cinco maneras de motivar a una persona:
1.- Hacer notar de antemano los beneficios
individuales y colectivos que producirá la actividad. Toda persona
espera algo por su participación, debemos reconocer que el ser humano o
las personas en su mayoría es gente adquisitiva. Aunque en la iglesia;
nadie espera ganancias materiales, recordemos que la gente siempre
esperara el reconocimiento por el esfuerzo realizado.
2.- Familiarizar a cada participante con su papel en la organización.
3.- Dar a cada uno la importancia que se merece, esto
aplicado seria confiándole y delegándole responsabilidad y autoridad.
Cuando se estimula el ego de la persona, está hace lo que puede por
comportarse de una manera agradable y beneficiosa hacía aquel que lo
gobierna.
4.- Pedir opiniones y considerarlas con la mayor
comprensión. Esto se llama “la técnica de escuchar” y por otra parte,
“la administración participativa”.
Cuando se pide la opinión de alguien, se está tomando
en cuenta las habilidades y el valor de esa persona. Recordemos lo
siguiente: “quien no aprende a escuchar, no aprende a hablar”.
5.- Dar un ejemplo digno. El líder motiva con su
propio ejemplo, recordemos que hay líderes indeseables por su
característica de exigir a otros lo que ellos no hacen. El líder siempre
estará a la vista de todos y será criticado más de lo que se imagina,
por lo tanto debe estar listo para ello.
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